- ¿Existe Dios? Probablemete sí.
- ¿Existe Dios? Probablemente no.
- ¿Existe Dios? Y yo qué sé.
- Sobre Utopia (qué es, dónde está).
- Sobre la revolución (caminos hacia Utopia).
- Sobre la optimizacion del coste en la toma de decisiones.
- Los tres problemas.
- Sobre la ciudadanía universal (La ideología nacionalista busca poner barreras a su bienestar).
- Sobre la igualdad social: 1.- la generación de riqueza.
- Sobre la igualdad social: 2.- el reparto de la riqueza.
- Sobre capitalismo y socialismo.
- Los tres tipos de inversores
- Sobre la familia.
- Socialización de la infancia vs. socialización de la vejez.
- Sobre los medios de comunicación (los grandes culpables).
- Sobre Aegama.
- Sobre la EOV.
diálogos en la intimidad
miércoles, 1 de enero de 2020
PROGRAMACIÓN
Programación por temas:
miércoles, 8 de abril de 2015
Gracias, chaval, por ser cómo eres
Daniel Norris, un multimillonario que vive en una autocaravana.
Gana casi dos millones de euros como jugador de béisbol, pero le ha pedido a sus asesores que sólo le ingresen 736 euros al mes en su cuenta
Su casa es una camioneta Volkswagen Westfalia 1978 a la que llama Shaggy
'El lanzamiento me exige repetición y exactitud; la caravana es libertad', explica
¿Se imaginan a Cristiano Ronaldo rechazando parte de su salario para vivir como un mileurista? ¿Y a Messi durmiendo en una furgoneta al lado de un supermercado? Seguro que no. Hay cosas que ni la imaginación puede conseguir. Sin embargo, hay un tipo, Daniel Norris, jugador de los Toronto Blue Jays de la Major League Baseball (MLB), que hace más o menos eso; es decir, duerme en una caravana en el parking cerca de unos grandes almacenes y percibe tan solo 736 euros al mes a pesar de que gana cerca de dos millones de euros al año. ¿Por qué? "Es como el yin y el yang. Puede ser poco convencional, pero me siento bien con mi estilo de vida. En realidad, estoy más cómodo siendo pobre", confesó en un reportaje de la ESPN. Y no le busquen más explicaciones.
En realidad, Norris nunca necesitó mucho. O eso dice él. Creció en Johnson City (Tennessee) y pasó sus días ayudando en la tienda de bicicletas que su padre había heredado de su abuelo. Arregló pinchazos, se doctoró en parches para las ruedas y aprendió antes el nombre de las herramientas que el de los estados federados. Nació en una familia de clase media y se comportó como tal. Su infancia la pasó jugando en la calle y haciendo senderismo con sus dos hermanas mayores. Y también, bastante deporte. En la escuela jugó al fútbol y al baloncesto, pero, sobre todo, destacó en béisbol. De ahí que en 2011 firmara su primer contrato como profesional a razón de casi dos millones de euros por temporada. Aquel día, lo celebró comprándose una camiseta por 12 euros.
Pero antes de llegar a ser multimillonario, ese mismo año, adquirió también por 9.200 euros su casa: una caravana Volskwagen Westfalia 1978. 'Shaggy' -nombre que le ha puesto en honor al personaje de 'Scooby Doo'- lo tiene todo: cama, una cocina portátil para hacer huevos fritos por la mañana temprano y un salón donde pasar el día. Es su mejor compañera, la que le lleva a los entrenamientos -a 92 kilómetros por hora- y le permite escaparse a hacer senderismo o acercarse a la playa para surfear, su otra pasión. En su camioneta recita poemas, canta canciones, hace café francés por la noche, lee a Jack Kerouac -su autor de cabecera- y escribe lo que llama 'el diario de pensamientos', donde anota sus reflexiones antes de ir a dormir. Por ejemplo: "¿Dónde se puede ser tan libre como en medio de la nada?".
Pobre por convicción
En el barrio es toda una atracción. Los empleados del Walmart de al lado de su 'casa' lo llaman Van-Man (hombre caravana) sin saber muy bien qué hace allí, mientras se echan unas risas cada vez que lo ven hacer ejercicio con los carros de la compra abandonados. Pero a él le da igual. No le importa que lo hayan llamado 'surfista indigente', 'vagabundo espiritual' o 'adolescente sin control'. Él sabe bien quién es y cómo quiere vivir. Es ecologista, pobre por convicción, multimillonario por casualidad y verso suelto en el poemario del deporte profesional estadounidense. ¿Y hippie? "Sí, un poco", reconoce. Pero no le hablen de drogas o de alcohol, no los ha probado. Lo único malo que ha hecho en su vida es echarse una novia que no compartía sus ideales. A la chica -tan rara ella- le gustaba tener una habitación grande y un salón donde ver la televisión. Y eso a él...
A sus 21 años, lo tiene claro: le da igual la fama. Y también el dinero. Gana cerca de dos millones de euros, pero le ha dicho a sus agentes que sólo le ingresen en la cuenta 736 euros y el resto lo guarden sin tomar ningún riesgo. No necesita más. Eso sí, empezada la temporada regular -lo ha hecho este mes de abril- le han dejado temporalmente sin su caravana, sin su tabla de surf de espuma reciclada y sin sus libros de pasta gorda -odia los Ebooks-. Los Toronto Blue Jays le exigen que viva en un piso compartido cuando hay competición -aunque luego vuelva a su camioneta-. Y él ha aceptado. "Está en muy buena forma", reconoció el asistente general del equipo, Tony LaCava. Ya lo decía Jack Kerouac, autor de cabecera de Daniel: "Esta es la historia de América. Todo el mundo hace lo que cree que supuestamente debe hacer". Y se acabó.
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lunes, 7 de julio de 2014
The climate crisis and the end of our civilization
La crisis climática y el fin de nuestra civilización
Conferencia de José Cerdeira sobre la "Crisis Climática" en el día mundial del medio ambiente
1. Queridos amigos, buenas tardes.
Mi agradecimiento a Ana Rodríguez por sus
amables palabras, a Rafael Sánchez, socio y amigo, que me va a ayudar con las
diapositivas y a la Casa de Galicia por permitirme estar hoy aquí. Quiero
agradecer también la presencia de Alfonso Palomares, Enrique Santín, Carlos de
Blas, Francisco Cal, Julio Lage, Ovidio Cadenas, Pilar Falcón…, la muy especial
de José Manuel Romay, Presidente del Consejo de Estado, y, por supuesto, la de todos
vosotros por acompañarme en una tarde que invitaba a otra cosa.
Hoy es el día
mundial del medio ambiente, y nos toca hablar de un tema polémico. De hecho, un
3 % de los expertos en la ciencia del clima no están de acuerdo con las tesis
oficiales… El otro 97 % trabaja para la ONU.
Yo, que no trabajo
para la ONU, tampoco quepo en el 3% de los rebeldes. Así que, trataré de no opinar
demasiado… porque, como sabéis, donde hay dos ingenieros hay al menos tres
opiniones.
Así que, aunque nadie duda de que esto es una lata de refresco,
también podría ser un círculo, o un rectángulo. Todo depende del punto de vista
que elijamos. Y es que, ni siquiera hablando de datos, habrá unanimidad.
Bien, durante la
charla intentaré incidir en unas pocas ideas básicas que ayuden a comprender cómo
funciona nuestro medio ambiente y cómo es de frágil.
En primer lugar,
trataré de presentar a la Tierra como un ser vivo capaz de autorregularse y,
por tanto, de corregir, hasta cierto punto, los desequilibrios provocados por las
actuaciones humanas. Es la llamada hipótesis Gaia.
Una segunda idea buscará
determinar si la humanidad, con su desarrollismo despreocupado, ha sobrepasado
la capacidad de autorregulación de ese metafórico ser al que hemos llamado
Gaia. Y si, una vez superado el umbral de autorregulación, Gaia se va a mostrar
simplemente incapaz de corregir nuestras acciones o va a ir más allá y
acercarse a lo que sería una Gaia enojada, una mala madre que, como la mítica
Medea, busque deshacerse de sus propios hijos.
Finalmente, y por
si lo anterior no explicara adecuadamente cuál va a ser el fin de nuestra
civilización, analizaremos la otra cara de la moneda, la posibilidad de que la
crisis generalizada llegara por agotamiento de los propios recursos de Gaia,
idea a la que nos referiremos como teoría de Olduvai, ese legendario valle
dónde aparecieron los primeros homínidos y al que volveremos de inmediato, al
menos metafóricamente.
Bien, teniendo en
cuenta que a muchos de vosotros se os agotará el tique de aparcamiento, voy a
tratar de que esta charla no dure más de 45 minutos, tiempo que puede alargarse
algo si os dignáis hacerme alguna pregunta.
1.1.
El
creacionismo.
Quienes me conocéis
sabéis que me gusta comenzar mis historias por el principio, es decir, por Adán
y Eva. Y ya no voy a cambiar, así que hoy, comenzaré hablando de la Creación:
En efecto, parece
que aquel domingo 23 de octubre de hace 6.018 años, Dios tuvo una idea. Chascó
sus dedos y creó el mundo. Luego, sin delegar en nadie, fue separando
cuidadosamente la luz de las tinieblas, lo sólido de lo acuoso; puso plantas,
flores y animales por todas partes y, finalmente, tras cinco días de trabajo, el
viernes 28 de octubre, a eso de la hora nona, creó al hombre.
Tras mirarlo
atentamente, no le pareció muy de fiar, así que decidió tutelarlo de cerca
trazándole un camino que debía seguir si no quería ser severamente reprendido.
En esta idea
bíblica original, la Tierra es cómo Dios la hizo, y la Vida cómo Dios la
programó. No hay interrelación entre una y otra, y Tierra y Vida siguen su
camino por separado, sin influirse, dependiendo todo de la intervención directa
de Dios.
1.2.
El
evolucionismo.
Pero, años más tarde, hacia 1859, llegó
Charles Darwin con unas extrañas
teorías que cambiaron nuestra forma de pensar.
Según él, Dios lo había creado todo, sí,
pero dejando que los seres vivos se las arreglaran por sí solos. Les puso el
soporte, el medio en el que tenían que desenvolverse, y luego, deberían ser
ellos los que se adaptaran al medio, seleccionando a los individuos más capaces.
Dios les dio una regla: el que más
corra, escapa del león, el que corra menos será devorado y no tendrá
descendencia. Es el principio de selección natural. Y Dios ya no necesitó
intervenir más. Mediante este sistema, la vida pudo evolucionar y adaptarse al
medio. Pero el medio... seguía sin adaptarse a la Vida.
2. La hipótesis
Gaia.
Tuvimos que esperar otros cien años
para que otro brillante científico inglés, James
Lovelock, diera un paso más y se preguntara si no sería posible que ambos
componentes interfirieran entre sí, como en un sistema complejo en el que cada
subsistema fuera capaz de influir en la evolución del otro. Formarían así un
sistema de orden superior. El medio condicionaría la vida, sí, pero la vida
también condicionaría al medio.
Pero si, hasta hace muy poco,
aceptábamos que la evolución de los organismos vivos se producía según las
pautas expuestas por Darwin, y que la evolución del mundo material, compuesto
por rocas, aire y océanos, evolucionaba según decían los libros de geología, la
llamada teoría Gaia ve estas dos evoluciones, anteriormente separadas, como
parte de una única historia de la Tierra, en la que la vida y su medio físico
evolucionan como una sola entidad.
Como sabéis, Gea, o Gaia, es el nombre
de la diosa primigenia que personifica la Tierra en la mitología clásica. Fue
el laureado escritor William Golding, premio Nobel de literatura y vecino de
Lovelock, quien sugirió a éste el nombre de Gaia para bautizar a ese superorganismo
vivo y autorregulado.
2.1. Los
orígenes de la idea
Pero, ¿cómo surgió la idea? En la
década de los sesenta, cuando James Lovelock trabajaba en Texas, participando
con la NASA en el programa de detección de vida en otros planetas, reunió una
serie de características que distinguían un mundo con vida de mundos completamente
inertes.
Esas características definían una
atmósfera inestable, que no podría mantenerse así durante mucho tiempo si
alguien o algo no se ocupara de mantener o provocar su inestabilidad.
Lovelock observó que:
·
La proporción de CO2 en los planetas próximos es
del 98% en Venus, del 95% en Marte y del 98% en la Tierra sin vida. Sin
embargo, la tierra actual ha reducido su proporción de CO2 desde aquel 98%
original a un casi testimonial 0,04%.
·
Por lo que respecta al oxígeno, la proporción es
de sólo trazas en Venus, de un 0,13% en Marte y de un 0,03% en la Tierra
primitiva. Pero, desde que apareció la vida oxigénica en la Tierra, la
proporción de oxígeno ha subido, y luego se ha mantenido alrededor del 21%.
·
En la composición de la atmósfera terrestre está
también el metano, un gas de vida muy corta en presencia de oxígeno pero que, a
pesar de ser inestable, ha permanecido casi constante desde la aparición de la
vida oxigénica en la Tierra.
·
Por otra parte, la temperatura global de la
superficie de la Tierra se ha mantenido con muy pocas variaciones en tiempos
geológicos, a pesar del incremento en la energía recibida del Sol, que puede
haber subido en los últimos tres millones de años cerca de un 40%.
·
Finalmente, observó que la salinidad de los
océanos no ha sufrido cambios importantes en su historia geológica, a pesar de
los aumentos y disminuciones de la cantidad de agua helada.
·
Lo anterior nos hace preguntarnos cómo es
posible que la biosfera cambie su composición y sus características
fundamentales hasta conseguir adaptarse a las necesidades de la vida. De no suponer que fue la biota, la Vida, la
que modificó las características del entorno, tendríamos que volver a las
teorías creacionistas y aceptar la continuada intervención de Dios.
2.2. La hipótesis Gaia: la Tierra como ser
vivo.
Aceptado,
pues, que el entorno es capaz de modificar la Vida (darwinismo) y aceptado
también que la Vida es capaz de modificar el entorno, Lovelock concluyó que
Vida y Entorno forman una simbiosis que les lleva a comportarse como un
superorganismo vivo, como un sistema retroalimentado constituido por la corteza
terrestre, el mar, la atmósfera y la biota, y que tiene el objetivo de lograr
un entorno físico y químico óptimo para la vida en el planeta.
Como
nos diría cualquier libro de ciencias, la hipótesis Gaia es un conjunto de
modelos científicos de la biosfera en los que se postula que la vida fomenta y mantiene
unas condiciones ambientales que favorecen y permiten su existencia, unos
modelos que muestran, a escala planetaria, los mecanismos de autorregulación
que afectan a la temperatura global, a la composición atmosférica, a la
salinidad de los océanos y a otras muchas variables que, en conjunto,
condicionan la vida sobre la Tierra.
Estos
mecanismos homeostáticos, de lucha por mantener un medio adecuado en el que
poder vivir, son los que nos hacen imaginar a Gaia como un ser vivo.
2.3. ¿Y
cómo es Gaia?
Dice Lovelock que él solía imaginarse
Gaia como un animal cualquiera pero, eso sí, muy grande, quizá un elefante o
una ballena. Sin embargo, aclaró que, recientemente, prefiere imaginársela como
un camello, seguramente por su resistencia. En todo caso, lo que asemeja a Gaia
a cualquier otro ser vivo es el hecho de estar formada por unidades elementales
de vida, las células, que se agrupan formando tejidos especializados y cuya
simbiosis es capaz de mantener la vida del organismo superior.
A su vez, ese conjunto de unidades de
vida está alimentado por unos sistemas circulatorios, ríos y corrientes
marinas, que distribuyen los nutrientes; y por un sistema respiratorio, la
atmósfera, que a modo de pulmones, permite la fotosíntesis y la respiración de
Gaia.
2.4. La
homeostasis.
Nos hemos imaginado a Gaia como un ser
vivo capaz de regular las condiciones para el mantenimiento de la vida. Pero,
¿cómo son esos mecanismos homeostáticos, de los que dispone Gaia, capaces de
hacer tal regulación? Veamos un ejemplo tremendamente simplificado:
El Mundo de
Margaritas.
El llamado Mundo de Margaritas es un
sistema sintético, esquemático, que nos permite intuir cómo actúan los
mecanismos homeostáticos, cómo un sistema muy simple podría llegar a regular la
temperatura de la Tierra.
Imaginemos una tierra en la que sólo
existen margaritas, margaritas blancas y margaritas negras. Las margaritas
blancas reflejan la radiación solar y, por tanto, aguantan mejor el calor. Al
mismo tiempo, al reflejar la luz, impiden que la tierra se caliente.
Por su parte, las margaritas negras, al
absorber la radiación solar, pueden proliferar en ambientes más fríos y, al
mismo tiempo, al absorber esa energía, ayudan a calentar la tierra.
Si la radiación aumenta, las margaritas
negras comenzarán a morir mientras que las blancas aumentarán y la Tierra se
refrigerará. Si la radiación disminuye, las margaritas blancas se helarán,
proliferarán las negras y ayudarán a calentar la Tierra.
Vemos como un mecanismo tan simple como
éste puede regular la temperatura dentro de determinados valores. Fuera de ese
intervalo, tanto las margaritas negras como las blancas morirán, de frío o de
calor, pero morirán, y no habrá regulación posible.
2.5. Homeostasis
sí, pero dentro de un orden.
Como hemos visto, Gaia es equiparable a
un organismo vivo capaz de autorregularse. Pero esa autorregulación tiene unos límites.
Cuando se sobrepasan, la regulación es imposible y el sistema puede volverse
altamente inestable, tanto que los mecanismos de tipo estabilizador se
convierten de repente en generadores de inestabilidad convirtiendo los
resultados en puramente caóticos. Gaia deja así de comportarse como la buena
madre que hemos descrito y se convierte en una Gaia indignada y deseosa de
venganza ante la cual, como dice Lovelock, nada
de lo que hagan las naciones servirá para nada.
3. La
venganza de Gaia.
Y
continúa: Definitivamente, antes de que se acabe este siglo, la ciudad de
Londres estará inundada. Y todas las zonas costeras del mundo.
Imagínense Bangladesh, por ejemplo;
el país entero desaparecerá bajo las aguas. Sus 140 millones de habitantes intentarán
desplazarse a otros países, donde no serán bien recibidos. En todo el mundo
habrá muchas guerras y mucha sangre.
Nos veremos reducidos a sólo unos 500
millones de humanos viviendo en el Ártico. Y tendremos que empezar de nuevo…
Pero,
¿qué estamos haciendo para situarnos al borde de tal desastre? ¿Hemos superado
ya el punto de no retorno?
3.1. La evolución
del CO2 en la atmósfera.
Decía
el diario El Mundo del 10 de mayo del 2013, que La concentración de CO2 en
la atmósfera ha rebasado el techo simbólico de las 400 ppm, el récord de
la era industrial, una cifra considerada por muchos científicos como el punto
de no retorno.
El crecimiento de las emisiones de CO2
antropogénico continua de forma imparable (2,2% entre 1970 y 1990 y de un 2,3%
en años sucesivos). Para este 2014 se espera que la cantidad de CO2 emitido por
la quema de combustibles fósiles sea de 32,5 Gt. (32,5 mil millones de
toneladas). Si pudiéramos congelar este CO2 y almacenarlo en un recinto como el
estadio Santiago Bernabéu, deberíamos alcanzar una altura de más de tres mil
metros. ¡Y eso en sólo doce meses!
Como nos indica el gráfico, es verdad que siempre hemos tenido
oscilaciones climáticas. De hecho, en los últimos 400 milenios podemos observar
cuatro ciclos muy similares, con un crecimiento relativamente rápido y
unas bajadas más lentas y con mayor ruido. Pero nunca superamos las 300 ppm. Hasta
1950, el ciclo actual, también fue similar a los anteriores. Pero, a partir de
ese momento, las concentraciones se disparan y se encaminan hacia más allá de
las 400 ppm. Parece claro que este ciclo no es una continuación de los
anteriores…
El siguiente gráfico refleja las
subidas de otros gases, como el metano y el óxido nitroso, cuya contribución al
efecto invernadero es también muy importante. Éste es el famoso gráfico “palo de hockey” y, ante
él, creo que sobran las palabras.
3.2. Subida
de las temperaturas.
Echemos ahora un vistazo a la evolución
de las temperaturas en el holoceno, es decir, tras el fin de la última
glaciación.
El primer gráfico no es en absoluto
alarmante. Las temperaturas han ido bajando, con ligeras ondulaciones, a partir
del último óptimo climático de hace unos 7.500 años.
Si nos fijamos en el siguiente, cuya resolución ya nos permite
observar los últimos años del pasado siglo, la subida de temperaturas comienza
a mostrarse significativa.
Siendo éste bastante más ilustrativo de
la situación en que nos encontramos, situación que corrobora el último en el
que, por cierto, algunos escépticos han querido ver una pequeña ralentización
del calentamiento global, que el reciente informe del IPCC ha venido a
rechazar.
Volvamos ahora al gráfico de
concentración de CO2, al que hemos superpuesto el de las variaciones de
temperatura. Lo que se aprecia es la altísima correlación entre niveles de CO2
y temperatura, de la que deducimos que la temperatura sube aproximadamente un
grado por cada 10 ppm de aumento de CO2.
Pero, dado que la variación de la temperatura
lleva un retraso con respecto a la variación del dióxido de carbono, las
temperaturas actuales aún no han reflejado los últimos incrementos de CO2. La
pregunta es inmediata ¿qué va a pasar con la temperatura cuando se haya
correlacionado con las 400 ppm de CO2 que tenemos en la actualidad? ¿Subirán
las temperaturas 10 grados?
3.3. Fusión
de los hielos.
La consecuencia más inmediata del
aumento de la temperatura es la fusión de los hielos polares y de los que
forman los glaciares.
En el hemisferio norte se aprecia una
disminución importante de la banquisa que ha pasado de cubrir unos 13,5
millones de km2 a mitad del siglo pasado a no sobrepasar los 10,5 millones en
el año 2013, lo que representa una disminución de casi el 25%.
La situación de los hielos sobre
Groenlandia es más compleja y aunque su superficie parece disminuir, no está
tan claro lo que está ocurriendo con su espesor. Algo parecido está pasando con
los hielos de la Antártida cuya superficie de hielo parece reducirse también,
aunque en menor medida que en el caso del Ártico.
Por su parte, los glaciares están casi todos
en fase de rápido declive.
Estos efectos son, además,
inestabilizantes, dado que la disminución de la superficie de hielo supone una
disminución del efecto albedo, o radiación reflejada, y, por tanto, una
retroalimentación positiva que favorece el aumento de temperatura.
3.4. El aumento
del nivel del mar.
El aumento del nivel del mar se debe
básicamente a dos causas, la fusión de los hielos depositados sobre superficies
terrestres, que aportarían una gran cantidad de agua líquida, y el aumento del
volumen de agua por dilatación térmica a consecuencia del aumento de
temperatura. En la figura podemos apreciar cómo, en los últimos veinte años, el
nivel oceánico ha venido subiendo unos 3,3 mm por año. De continuar con este
ritmo, alcanzaríamos el fin de siglo con una subida de unos 35 cm sobre el
nivel de 1993.
Las estimaciones citadas se basan en la
extrapolación de los datos actuales. Sin embargo, al seguir aumentando las
temperaturas, el proceso se acelerará y se predicen subidas para el 2100 de más
de un metro.
Las consecuencias de estas
modificaciones pueden ser alarmantes por su influencia en la virulencia de las
tormentas, el efecto en acuíferos y humedales y las inundaciones que producirían
en tierras agrícolas y en poblaciones.
3.5. Los cambios
en las corrientes marinas.
Otra decisiva influencia de la fusión
de los hielos podría ser el cambio en las importantes corrientes marinas.
En la figura podemos ver un esquema de
una de las principales corrientes oceánicas, la llamada Circulación
Termohalina. Esta gran corriente, como su nombre indica, transporta calor y sal
de unas zonas a otras muy alejadas, tanto que su recorrido completo podría superar
los mil quinientos años de duración.
Su función es tremendamente importante
en el mantenimiento de unas condiciones atmosféricas y climáticas lo más
uniformes posibles, moderando las temperaturas tropicales y haciendo posible la
vida en altas latitudes. Veamos su funcionamiento esquemático limitándonos al
Atlántico norte:
La corriente superficial cálida que, proveniente
de la zona del Caribe, se dirige al norte,
tiene una fuerte evaporación que aumenta su concentración de sal y, por
tanto, su densidad. Cuando a este efecto se le suma el enfriamiento que se
produce al llegar a zonas árticas, que también provoca aumento de densidad, ésta
se hunde y regresa a zonas tropicales como corriente profunda.
Pero un aumento del aporte de agua
dulce, más ligera, por fusión de los hielos árticos produciría una disminución
de su densidad pudiendo impedir que el agua se hundiera, cortando la corriente
e impidiendo el transporte de calor desde las zonas cálidas hacia el norte.
Si esto ocurriera, se producirían
fenómenos repentinos de enfriamiento extremo en un Ártico no calentado, y
calentamientos igual de extremos en la zona tropical no refrigerada. Todo ello
debería producir situaciones climatológicas inusitadas no muy distintas a las
que se pueden ver en la película “El día después”.
3.6.
Desertización.
La interrupción de las corrientes
marinas y de su capacidad para transportar calor de las zonas tropicales a las
zonas polares provocaría, como ya vimos, un aumento de las temperaturas en las
latitudes bajas y medias, causando su desertización casi completa.
Pero,
mientras eso no ocurra, las consecuencias del cambio
climático global sobre la desertización son complejas y no están suficientemente
entendidas.
El cambio climático puede afectar
negativamente a la biodiversidad
y exacerbar la desertificación debido al aumento en la evaporación y a una
disminución probable de la precipitación. Sin embargo, ya que el dióxido de
carbono es un recurso fundamental para la productividad
vegetal y puede favorecer una menor evaporación de las plantas, algunas especies
podrían responder favorablemente al aumento térmico.
Las diferentes respuestas de las
plantas de las tierras secas al aumento del dióxido de carbono y de las
temperaturas pueden llevar a cambios en la composición y abundancia de
especies. Así pues, aunque el cambio del clima puede aumentar la aridez y el
riesgo de desertización, en muchas áreas, los efectos resultantes sobre la
pérdida de la biodiversidad y, por lo tanto, sobre la desertización, son
difíciles de predecir.
3.7. La acidificación
de los mares.
Otra de las consecuencias del aumento
del anhídrido carbónico vertido a la atmósfera es la acidificación de los
mares.
Como sabemos, una parte del CO2 de la
atmósfera se disuelve en las aguas marinas. Aunque esto supone un alivio para
la carga carbónica atmosférica, representa un importante problema para los
entornos marinos al convertirse éste en ácido carbónico que, a su vez, se
descompone en bicarbonato cálcico, y detrae calcio de las necesidades que
tienen muchos animales marinos para sus exoesqueletos.
Desde el comienzo de la revolución
industrial, el pH ha venido cayendo lentamente, caída que se acelerará en los
próximos hasta alcanzar un 7,7 a final de siglo, con los correspondientes daños
para corales y animales marinos.
3.8. La
bomba de clatratos.
Finalmente, y por nombrar una
consecuencia algo más exótica, citaremos el fenómeno de la llamada bomba de
clatratos.
El clatrato es una estructura de agua
helada que contiene en su interior una cierta cantidad de metano. Estas
"jaulas" de hielo se forman tanto en el fondo de mares muy fríos como
bajo el hielo de zonas de "permafrost" y parecen tener una gran
capacidad de retención de gases (hasta cerca de un 20% en peso).
Con el aumento de temperatura, los
clatratos pueden romperse o licuarse dejando libre el metano que mantenían
retenido. Esto daría lugar a importantes casos de anoxia oceánica y atmosférica
como los que provocaron la gran extinción de hace 250 ma., además de las
importantes influencias térmicas que ello supondría.
Para muchos, estos gases contenidos
bajo el hielo son una auténtica bomba de relojería que pone en peligro nuestra
supervivencia. Un calentamiento de apenas un par de grados puede fusionar o
romper las estructuras heladas y desencadenar un gran desprendimiento de gases
invernadero de efectos impredecibles.
Cabe decir que estos clatratos de
metano podrían utilizarse para la extracción de gas natural, lo que, de
momento, no parece ser rentable.
3.9. Un sistema caótico. Paren que me bajo.
Como hemos visto, nuestro sistema Gaia
está desbordado. Los distintos parámetros que solían definir su consistencia
están ahora al borde del abismo o, quizá, más allá, y el desastre parece ser inevitable.
Quizá pudiéramos dejar de aumentar nuestras emisiones de CO2, incluso podríamos
reducirlas, o eliminarlas... pero ¿cómo eliminar de la atmósfera ese manto
protector que va a seguir calentándonos durante mucho tiempo? El futuro de Gaia
es impredecible, caótico, al menos en el sentido matemático del término.
Como dice Lovelock, Sospechamos que existe un
umbral, quizá de temperatura o de dióxido de carbono, más allá del cual nada de
lo que hagan las naciones servirá para nada ni podrá evitar el desastre.
Pero puede haber algo peor, y es que
algunos sospechan que Gaia puede no ser tan buena madre como pensábamos.
4. Peter Ward y la "mala madre"
Peter Ward es un paleontólogo y
profesor de ciencias del espacio en la universidad de Washington, en Seattle,
conocido por ser quien propuso la
hipótesis de Medea. Según Ward, son los propios mecanismos darwinianos los que
permiten el desarrollo egoísta de las especies sin respeto al medio,
introduciendo una realimentación positiva que, lejos de conseguir una
regulación óptima, llevarán a la propia destrucción de la vida.
Dice Ward: Los defensores de la Teoría Gaia piensan que los huéspedes de un hotel
van a repintar las habitaciones y dejar flores frescas antes de salir. Por el
contrario, los defensores de Medea pensamos que es mucho más probable que tiren
los muebles por la ventana con un comportamiento autodestructivo similar al
de algunas famosas estrellas de rock.
Su razonamiento se base en la cantidad
de veces que la vida estuvo a punto de desaparecer de la Tierra.
4.1. Medea,
la mala madre.
En la mitología clásica, Medea,
dominada por los celos, no duda en sacrificar a sus hijos para hacer el máximo
daño a Jasón, su marido, y privarlo de la continuidad de su linaje.
Como la Medea mítica, nuestra Medea particular
también tuvo unos episodios violentos, en los que trató de eliminar a sus
propios hijos, provocando extinciones en masa que pasaron a formar parte de la
historia geológica de la Tierra. Echemos un vistazo a algunos de los más
ilustrativos:
4.2 La gran
oxidación.
La vida sobre la Tierra comienza hace
unos 3.800 millones de años. Pero aquellos primeros organismos unicelulares,
las sulfobacterias, tomaban la energía del sol mediante una fotosíntesis no
oxigénica. No respiraban oxígeno. Algunos, como los llamados metanógenos,
respiraban CO2 y expulsaban metano. Entonces, la composición de la atmósfera
era muy distinta de la actual, con casi total ausencia de oxígeno y abundancia
de metano. Las radiaciones solares llegaban sin filtrar hasta la tierra, porque
no había ozono, y los pequeños seres vivos debían protegerse de estas
radiaciones si quería seguir viviendo. Debían, pues, permanecer en lagos y
mares a una profundidad donde las peligrosas radiaciones UV-B no llegaran.
Pero, bien porque Gaia fuera una gran
alquimista deseosa de experimentar nuevos sistemas de vida o bien porque Medea
decidiera ya entonces acabar con sus hijos aún unicelulares, lo cierto es que,
hace unos 3.500 millones de años, surgieron unas bacterias azules, cuya
fotosíntesis consistía en la absorción de CO2 y la expulsión de oxígeno.
Durante los siguientes mil millones de
años, ambas formas de vida pudieron convivir sin mayores problemas, porque el
oxígeno generado por las cianobacterias servía para oxidar aquellos primeros
metales que cubrían la corteza terrestre y que, ante la falta de oxígeno, no
habían tenido la oportunidad de oxidarse. Pero llegó un momento, hace unos
2.400 millones de años, en que toda la corteza terrestre estaba ya formada por
óxidos metálicos y, por tanto, el nuevo oxígeno generado por las cianobacterias
empezó a acumularse en la atmósfera.
Este importante momento de la historia
de la Tierra recibe el nombre de “catástrofe del oxígeno” porque ocurrió lo
inevitable. El oxígeno resultó ser un gran veneno para los organismos anaerobios,
y todas las formas de vida desarrolladas en los mil millones de años anteriores
fueron gaseadas en el dantesco horno en que se había convertido la atmósfera
terrestre. De esta gran extinción de organismos metanógenos sólo se salvaron
algunas especies refugiadas en microambientes anóxicos como sedimentos
inundados, cuevas no ventiladas y, curiosamente, en el estómago de los
rumiantes.
4.3. Tierra
“Bola de Nieve I”
El aumento de oxígeno tuvo también sus
ventajas. Por un lado, la respiración oxigénica es mucho más eficaz en términos
energéticos que la fermentación, y eso permitía seres de mayor tamaño, incluso
pluricelulares. Y, por otra parte, el aumento de oxígeno fue dando lugar a la
formación, en las capas superiores de la atmósfera, de unas moléculas
triatómicas de oxígeno, llamadas ozono, que tenían la beneficiosa propiedad de
actuar como cubierta protectora de las radiaciones procedentes del espacio. La
vida pudo así asomarse a la superficie de mares y lagos e, incluso, asomarse a
las tranquilas playas de la época acabando por poblar la tierra firme.
Pero el oxígeno tuvo también sus
consecuencias negativas, y es que acabó con el metano, principal gas de efecto
invernadero de la época. Su rápida destrucción por oxigenación provocó la pérdida
del benéfico efecto invernadero y un enfriamiento rápido de la Tierra hasta
cubrirse ésta casi completamente de hielo. Fue el segundo intento de Medea de
acabar con la vida, y muchas fueron las especies que desaparecieron mientras la
Tierra vagaba por el espacio como una gran bola blanca, la llamada “Tierra Bola
de Nieve”.
Afortunadamente, una época de grandes
emisiones volcánicas solucionó el problema al enviar a la atmósfera ingentes
cantidades de CO2 cuyo efecto invernadero, algo menor que el del metano, fue no
obstante, suficiente para devolver la temperatura a sus valores normales.
4.4 Tierra
“Bola de Nieve II” (750 a 635)
Dado que el oxígeno se difunde en el
tejido orgánico mejor que el metano, los pequeños organismos oxigénicos
pudieron aumentar sus tamaños sin por ello poner en riesgo su capacidad
respiratoria. Pero el mayor tamaño les obligó a desarrollar unas estructuras de
sostén, que, en principio, fueron externas y principalmente de tipo calcáreo.
Pero luego a Gea, o a Medea, se le
ocurrió un nuevo invento, que consistió en la formación de una cubierta
protectora de la membrana de las células a base de lignina. Surgieron así las
plantas, y la tierra emergida pudo ser totalmente conquistada.
El éxito fue tan grande que la
fotosíntesis comenzó a detraer CO2 de la atmósfera a una gran velocidad, CO2
que se acumulaba en forma de carbono en los residuos vegetales, acabando por
dar lugar a nuestros actuales combustibles fósiles.
Pero, hete aquí que, tras la
disminución del metano y ahora del anhídrido carbónico, la temperatura de la
Tierra cayó nuevamente. El desastre se veía venir y una nueva Tierra “Bola de
Nieve” empezó a vagar por el espacio.
4.5. El
último gran invento de Gaia.
Podríamos seguir contando historias
sobre ingeniosos inventos y sobre masivos intentos de asesinato, entre los
cuales deberíamos citar la extinción masiva del pérmico triásico en la que
desaparecieron el 96% de las especies marinas, pero nos fijaremos sólo en una,
la última en afectar a esta gran nave repleta de vida y conducida por un
piloto loco.
Y es que el postrer gran invento de
Gaia, o de Medea, fue el crear un ser insignificante, sin ninguna otra
característica especial que no fuera la de poseer una cabeza desmesurada. Esta
nueva especie fue llamada homo sapiens,
y el invento puede convertirse en un gran éxito. Sin duda, éste parece ser el
cáncer perfecto para acabar con la vida en la Tierra. Será el gran éxito de
Medea, o el gran fracaso de Gaia, ¡quién sabe!
Bien, hemos
echado un vistazo al trato que estamos dando a Gaia, a cómo estamos superando
su capacidad de regulación y a cómo esa Gaia enojada, en terminología de
Lovelock, o esa mala madre, llamada Medea por Peter Ward, pondrá fin a nuestra civilización.
Pero si ese
fin se retrasara, podríamos ver que la moneda tiene otra cara, y es que los
recursos de la Tierra son limitados, y su agotamiento convertiría nuevamente a
la humanidad en un pequeño grupo de cazadores y recolectores en los que quedaría
cómo un vago recuerdo el pasado de una civilización gloriosa, pero insensata.
5. La
teoría de Olduvai.
La teoría de Olduvai predice el fin de la actual
civilización industrial en un plazo de tiempo muy corto, quizá de no más de
veinte años.
Según su autor, Richard C. Duncan, el desarrollo
económico, medido en consumo de energía per
capita, sigue una curva en forma de
campana, prácticamente simétrica, que alcanzó su
pico en 1979 y que decaerá rápidamente hasta volver a cifras de 1930 no mucho
más allá del 2030.
A partir de entonces, entraremos en la fase post
industrial, en la que el descenso será más lento, culminando en un período de
unos mil años en que habremos regresado a una cultura basada en la caza y muy
similar a la que había en la Tierra hace decenas de miles de años (el nombre de Olduvai hace referencia a las
condiciones existentes en la garganta del mismo nombre cuando aparecieron los
primeros homínidos).
5.1. De
enemigo público a bien escaso.
Después del breve recorrido que hemos hecho por los
males de nuestro medio ambiente, fácil es el señalar un primer culpable, el
CO2, y por tanto los combustibles fósiles, y por ende el petróleo.
El petróleo ha sido la fuente energética más barata y
más eficaz de todas las que hemos tenido los humanos. Durante los últimos dos
siglos nos hemos acostumbrado a que cada año hubiera más petróleo y la
población pudiera crecer a la sombra de esa bonanza energética. Las naciones
industrializadas desarrollaron un sistema económico basado en la asunción de
que el crecimiento es normal y necesario y que, además, se puede mantener
indefinidamente.
Pero cuando la producción ha llegado a un máximo, esa
asunción se viene abajo y entramos en un terreno incierto.
5.2. Petróleo,
un bien escaso.
El petróleo, como la mayoría de los bienes, está muy
mal repartido. Unos son los que lo poseen y muchos los que lo necesitan. En el
gráfico podemos ver los diferentes países dibujados a un tamaño proporcional a
sus reservas petrolíferas.
Nos encontramos con unos países de tamaño descomunal,
como Arabia, Irán, Iraq, Kuwait, Emiratos o Venezuela... y otros de tamaño
insignificante. Fijémonos, p.e., en Japón (¿lo encontráis?), China o la India.
¿Y qué decir de Europa, o la misma América excluida Venezuela? ¿Qué pasará
cuando estos países reclamen su cuota imprescindible y los primeros traten de
proteger sus escasas reservas?
La siguiente tabla nos
muestra el "mix" energético de los diez mayores consumidores de
energía del mundo y sus índices de generación de CO2. Observad el consumo de
carbón en los dos primeros (70,4% y 52,9%) y el de los tres últimos (5,2%, 6,7%
y 3,7%). Sin pretender entrar en temas de política energética, que podría ser
objeto de otra charla, parece claro cuáles son las medidas que se deben tomar
para reducir estos índices.
5.3. La
curva de Hubbert.
Marion King Hubbert fue un geofísico que trabajó para
la compañía petrolera Shell en Texas. Entre sus aportaciones a las
prospecciones petrolíferas, está su análisis de la evolución de la producción
de cada pozo, que evoluciona en forma de curva
gaussiana, para alcanzar un pico máximo coincidente con el momento en que el
coste de extracción es mínimo, para luego ir descendiendo al tiempo que
aumentan los costes de extracción
Pero Hubbert dedujo también que, si ese era el
comportamiento de un pozo individual, el comportamiento de un conjunto de pozos
distribuidos aleatoriamente por la superficie de un país debía ser similar.
Dedujo así su famosa curva que, aun siendo aceptada casi universalmente, puso
al mundo a debatir sobre dónde estaba su famoso vértice, o lo que es lo mismo,
el famoso pico de producción petrolera.
5.4.
Richard C. Duncan y la teoría de Olduvai.
A partir de las curvas de Hubert, Richard C. Duncan
desarrolló su teoría de Olduvai.
Cómo ya hemos indicado, la teoría de Olduvai prevé que
la duración de la civilización industrial actual, basada en el petróleo, dure
unos cien años contados a partir de 1930, momento en que la curva de consumo
alcanzó el 37% del pico petrolero máximo.
Según el propio Duncan, la curva de consumo de energía
per capita es equiparable a la curva
identificativa del nivel de vida de la población, y en ella podemos observar
las siguientes fases:
·
Entre 1945 y 1979, momento de máximo consumo per capita, la producción de petróleo
creció a un ritmo del 3,45% anual.
·
A partir de 1979, y por primera vez en la
historia, la producción empezó a declinar a un ritmo del 0,33% hasta el 2012.
·
En algún momento alrededor de 2012 se alcanzó la
máxima producción absoluta mundial y, a partir de ese momento, la producción
disminuirá a una tasa aproximada del 3,3% anual hasta alcanzar en 2030 una
producción similar a la de 100 años antes.
Los
primeros síntomas de la disminución de energía serán los apagones causados por
caídas de tensión en las redes, apagones que irán seguidos por el racionamiento
y la parálisis. Las grandes ciudades serán las primeras en sufrir el caos y la
muerte, las más pequeñas podrán resistir algo más, pero sólo las poblaciones
rurales podrán sobrevivir si antes la violencia no les ha barrido del mapa.
Aunque las fechas de Duncan no son compartidas por
todos, sí lo son las ideas fundamentales. La caída será más rápida o más lenta,
pero no por ello distinta.
En este gráfico, que representa los estándares de vida
para distinto grupos de países, podemos observar cómo la caída dependerá
fuertemente del nivel de desarrollo alcanzado en el presente, y cómo, según
esta teoría, al final, todos convergen hacia "Olduvai".
5.5.
Generalización de la teoría de Olduvai. El fin de los recursos.
La teoría de Olduvai fue desarrollada pensando
básicamente en el agotamiento del petróleo y, posteriormente, en el agotamiento
de todos los combustibles fósiles.
Pero esta teoría puede ser extendida a todos los
productos que la humanidad obtiene de la naturaleza, y muy especialmente a
aquellos que son imprescindibles para las nuevas tecnologías. Aunque algunos de
los elementos necesarios están disponibles en abundancia, otros son
tremendamente escasos y sus reservas están concentradas en unos pocos países.
Su agotamiento pondrá a prueba nuestra capacidad de supervivencia.
6. Gaia vs.
Olduvai.
El siguiente gráfico hace un resumen de las ideas que
hemos intentado exponer durante esta charla. Durante la primera parte de ella nos
entretuvimos en analizar cómo los restos de la actividad humana están llevando
a Gaia más allá de sus posibilidades de equilibrio y entrando en un terreno
abonado para que Medea, su versión menos amable, asuma el protagonismo.
Pero si Medea se retrasara en acabar con la civilización
actual, siempre nos quedaría Olduvai, una teoría que describe cuidadosamente
nuestro futuro: agotar los recursos que Gaia nos dio hasta convertirnos en unas
pequeñas tribus de cazadores nómadas, con una población inferior al 10% de la
actual.
Y todo ello, claro está, si antes no decidimos
acelerar el proceso por nuestros propios medios…
Según la mitología, Prometeo había advertido a Pandora
de que no aceptara nunca obsequios de Zeus. Lo intentó, pero aquella caja era
tan bonita… que no pudo resistirse. Al abrirla, se escaparon todos los males.
Pero algo quedó en el fondo: la esperanza.
Decía Carl Sagan que El mérito de una mente preclara está en
defender lo que ve incluso frente a aquello en lo que cree. Si de verdad podemos
ver que Gaia somos nosotros mismos, y de aceptar que no podemos ser el cáncer
que acabe con ella, entonces, y sólo entonces, como en la caja de Pandora, quedará
un rayo de esperanza.
Alguien dijo que la Tierra pertenecía al viento…
No es verdad. La Tierra pertenece
al futuro, a nuestros hijos, a los hijos de nuestros hijos…
Muchas gracias.
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jueves, 5 de junio de 2014
La venganza de Gaia. Crisis climática y fin de nuestra civilización
Conferencia de José Cerdeira sobre la "Crisis Climática" el 5 de junio de 2014, día mundial del medio ambiente.
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martes, 24 de diciembre de 2013
Porque mi patria es el mundo, sin fronteras ni colores, ...
Afrikaans - Geseende Kerfees en 'n gelukkige nuwe jaar
Amharic - Melkam Yelidet Beaal
Arabic - I'D Miilad Said ous Sana Saida
Argentine - Felices Pascuas y Feliz Año Nuevo
Armenian - Shenoraavor Nor Dari yev Pari
Gaghand
Azeri - Tezze Iliniz Yahsi Olsun
Bahasa Malaysia - Selamat
Hari Natal
Basque - Zorionak eta Urte Berri On!
Bengali - Shuvo Baro Din - Shuvo Nabo Barsho
Bohemian - Vesele Vanoce
Brazilian - Boas Festas e Feliz Ano Novo
Breton - Nedeleg laouen na bloav ezh
mat
Bulgarian - Vasel Koleda; Tchesti nova godina!
Catalan - Bon nadal i feliç any nou!
Cantonese - Seng Dan Fai Lok, Sang Nian
Fai Lok
Choctaw - Yukpa, Nitak Hollo Chito
Cornish - Nadelik looan na looan blethen
noweth
Corsican - Pace e salute
Crazanian - Rot Yikji Dol La Roo
Cree - Mitho Makosi Kesikansi
Creek - Afvcke Nettvcakorakko
Croatian - Sretan Bozic
Czech - Prejeme Vam Vesele Vanoce a
stastny Novy Rok
Danish - Glaedelig Jul
Duri - Christmas-e- Shoma Mobarak
Dutch - Vrolijk Kerstfeest en een
Gelukkig Nieuwjaar!
Egyptian - Colo sana wintom tiebeen
English - Merry Christmas & Happy
New Year
Eskimo - Jutdlime pivdluarit ukiortame
pivdluaritlo!
Español - Feliz Navidad y Próspero Año Nuevo
Esperanto
- Gajan
Kristnaskon
Estonian
- Rõõmsaid
Jõulupühi
Euskera
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Faeroese - Gledhilig jol og eydnurikt nyggjar!
Farsi - Cristmas-e-shoma mobarak
bashad
Finnish - Hyvää Joulua or Hauskaa Joulua
Flemish - Zalig Kerstfeest en Gelukkig
nieuw jaar
French - Joyeux Noël et Bonne Année!
Frisian - Noflike Krystdagen en in
protte Lok en Seine yn it Nije Jier!
Gaelic - Nollaig chridheil agus
Bliadhna mhath ur!
Galician - Bon Nadal e Ano Novo
German - Froehliche Weihnachten und ein
gluckliches Neues Jahr!
Greek - Kala Christougenna
Kieftihismenos O Kenourios Chronos
Hausa - Barka da Kirsimatikuma Barka
da Sabuwar Shekara!
Hawaiian - Mele Kalikimaka & Hauoli
Makahiki Hou
Hebrew - Mo'adim Lesimkha. Shana Tova
Hindi - Shub Naya Baras
Hungarian - Kellemes Karacsonyiunnepeket
& Boldog Új Évet
Icelandic - Gledileg Jol og Farsaelt
Komandi ar!
Indonesian - Selamat Hari Natal
Iraqi - Idah Saidan Wa Sanah Jadidah
Irish -Nollaig Shona Dhuit
Italian - Buon Natale e Felice Anno
Nuovo
Japanese - Shinnen omedeto. Kurisumasu
Omedeto
Jèrriais - Bouan Noué et Bouanne Année
Jiberish -Mithag Crithagsigathmithags
Korean - Sung Tan Chuk Ha
Krio - Appi Krismes en Appi Niu Yaa
Latin - Natale hilare et Annum Nuovo!
Latvian - Prieci'gus Ziemsve'tkus un Laimi'gu Jauno
Gadu!
Lausitzian - Wjesole hody a strowe nowe
leto
Lithuanian - Linksmu Kaledu
Low Saxon -Heughliche Winachten un 'n moi
Nijaar
Macedonian -Streken Bozhik
Malay - Selamat Hari Natal
Malayalam - Puthuvalsara Aashamsakal
Maltese - Nixtieklek Milied tajjeb u
is-sena t-tabja!
Mandarin - Kung His Hsin Nien bing Chu
Shen Tan
Manx - Nollick ghennal as blein vie
noa
Maori - Meri Kirihimete
Marathi - Shub Naya Varsh
Mongolian - Zul saryn bolon shine ony mend
devshuulye
Norwegian - God Jul og Godt Nyttår
Occitan - Polit nadal e bona
annada
Oriya - Sukhamaya christmass ebang
khusibhara naba barsa
Papiamento - Bon Pasco
Papua New Guinea - Bikpela hamamas blong dispela
Krismas na Nupela yia i go long yu
Pashto - De Christmas akhtar de
bakhtawar au newai kal de mubarak sha.
Pennsylvania German
- En frehlicher Grischtdaag unen hallich Nei Yaahr!
Polish - Wesolych Swiat Bozego Narodzenia
Portuguese - Boas Festas e um feliz Ano Novo
Punjabi - Nave sal di mubaraka
Pushto - Christmas Aao Ne-way Kaal Mo
Mobarak Sha
Rapa-Nui - Mata-Ki-Te-Rangi. Te-Pito-O-Te-Henua
Rhetian - Bellas festas da nadal e bun onn
Romanche - Legreivlas fiastas da Nadal e bien niev
onn!
Rumanian - Hristos s-a Nascut si Anul Nou Fericit
Russian - Pozdrevlyayu s prazdnikom
Rozhdestva is Novim Godom
Sami - Buorrit Juovllat
Samoan - La Maunia Le Kilisimasi Ma Le Tausaga Fou
Sardinian - Bonu nadale e prosperu
annu nou
Scots Gaelic - Nollaig chridheil huibh
Serbian -Hristos
se rodi
Serb-Croatian - Sretam
Bozic. Vesela Nova Godina
Singhalese - Subha nath thalak Vewa. Subha Aluth
Awrudhak Vewa
Sorbian - Wjesole hody a strowe Nowe
leto.
Somali - ciid wanaagsan iyo sanad cusub
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Slovakian - Sretan Bozic or Vesele vianoce
Slovak - Vesele Vianoce. A stastlivy
Novy Rok
Slovene - Vesele bozicne praznike
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Spanish - Feliz
Navidad y Próspero Año Nuevo
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Bagong Taon
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Sawadee Pee Mai
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Tongan - Kilisimasi Fiefia & Ta'u fo'ou monu ia
Trukeese - Neekirissimas annim oo iyer
seefe feyiyeech!
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